La sucesión del Gobernador Félix Gonzalez en 2010, es un tema que a los quintanarroenses gusta jugar con mucha enjundia cada seis años. Desde ahora, acapara los principales espacios noticiosos, periodísticos e informativos del estado. Los partidos políticos empiezan a perfilar a los personajes que podrían alcanzar la nominación al Gobierno del Estado, sin contar con que algunos de los que suenan ya abrieron sus cartas y han optado por jugársela por la libre.
En la historia de las sucesiones, en el pasado ha habido todo tipo de circunstancias que han rodeado a la gran eclosión, desde los que no llegaron a madurar su proyecto y se quedaron con el bat al hombro, bastándoles una expresión negativa del que en aquel entonces era presidente del PRI nacional para que quedara defenestrado; hasta otros que, por el contrario, gracias a la fortaleza y dominancia del PRI fueron impuestos a pesar de sus sobradas limitaciones para socializar con un medio tan elocuente como lo es el quintanarroense.
Algunos más vinieron para combatir al “localismo empobrecedor” y otros, convertidos en leyenda viviente, llegaron por la fuerza de su personalidad, por mencionar algunos casos. Pero esos eran otros tiempos, los de un solo partido todopoderoso, hoy las cosas son distintas y la competencia política llegó para quedarse.
En la víspera del trueno y del choque de trenes hay una disputa soterrada al interior de los tres partidos “grandes”: PAN, PRI y PRD. De los demás, es difícil que puedan postular a un candidato por su cuenta: el PVEM, fiel a su costumbre, seguramente se va a aliar al candidato que postule el PRI; Convergencia no tiene otra más que ir al PRD, como están las cosas, su candidato podría surgir entre Greg Sanchez y Maximo Garcia, aunque si logran ponerse de acuerdo las “fuerzas” de izquierda cosa que es difícil, eventualmente Greg podría encabezar una candidatura de coalición, en la que podrían participar el PT, PRD y, por supuesto, Convergencia, pero esto está por verse. El desdén de Greg con el “Peje” le dejó un saldo negativo que seguramente le será cobrado.
En Acción Nacional no hay más competencia. Las figuras que “suenan” son: la de Gustavo Ortega Joaquin y Patricia sanchez hoy subprocuradora quien ya dijo: “no se equivoquen, la candidata voy a ser yo”. De ella se puede decir que es la que mayor probabilidad política y administrativa tiene en su haber. Pasa por ser la subprocuradora de la zona norte. Tiene el inconveniente de estar restringida en su partido, son pocos los aliados de peso con los que cuenta.
El peso político en Acción Nacional y los liderazgos están muy diseminados.
En el PRI la cosa está más caldeada. Casi se da por hecho que el candidato que substituirá a Félix es el diputado federal Roberto Borge, claro está, si gana. Sin embargo, no todos se han resignado a este destino, en “apariencia”. Por ejemplo, el también legislador Carlos Joaquin ya se abrió y enseñó su juego. De él se dice que tiene el aval de su hermano Pedro Joaquin, el poderoso senador. Sin embargo también está en el juego Gabriel Mendicuti Loria quien podría ser el corcel negro.
No obstante, con el que parece que será el “fiel” de la balanza nunca se sabe, el estilo de Félix es atípico y en una de esas hasta podría tener que ver en la designación de los candidatos adversarios si hablo de los candidatos del pan, se prevé el impulso de Patricia Sanchez hoy subprocuradora como candidata del pan a la gubernatura.
Félix es un político nutrido de muchas escuelas y corrientes, desde la de Martinez Ross hasta Hendricks lo que lo hace ser, a veces, imprevisible y, otras, todo lo contrario. Como buen aficionado al béisbol, gusta de mandar señales y mensajes, y es muy dado a los rituales políticos y a los protocolos, a actuar “como lo mandan los cánones” y a poner, como se dice, los huevos de la gallina en varias canastillas.
Precisamente por eso, algunos observadores ya empiezan a hablar de que podrían irrumpir en la escena política 2 actores que originalmente no estaban contemplados en el guión de esta película: Sara Latifa y Eduardo Espinoza Abuaxqui.
Ante esta realidad, actuar con prudencia sería lo más recomendable en una telenovela para la que parece que fueron escritos varios finales.
Ojalá que la new generation haya aprendido también que los triunfos no sólo se deben a una “buena operación”, también están la plataforma política, las buenas ideas, las buenas propuestas y el compromiso social.
En la historia de las sucesiones, en el pasado ha habido todo tipo de circunstancias que han rodeado a la gran eclosión, desde los que no llegaron a madurar su proyecto y se quedaron con el bat al hombro, bastándoles una expresión negativa del que en aquel entonces era presidente del PRI nacional para que quedara defenestrado; hasta otros que, por el contrario, gracias a la fortaleza y dominancia del PRI fueron impuestos a pesar de sus sobradas limitaciones para socializar con un medio tan elocuente como lo es el quintanarroense.
Algunos más vinieron para combatir al “localismo empobrecedor” y otros, convertidos en leyenda viviente, llegaron por la fuerza de su personalidad, por mencionar algunos casos. Pero esos eran otros tiempos, los de un solo partido todopoderoso, hoy las cosas son distintas y la competencia política llegó para quedarse.
En la víspera del trueno y del choque de trenes hay una disputa soterrada al interior de los tres partidos “grandes”: PAN, PRI y PRD. De los demás, es difícil que puedan postular a un candidato por su cuenta: el PVEM, fiel a su costumbre, seguramente se va a aliar al candidato que postule el PRI; Convergencia no tiene otra más que ir al PRD, como están las cosas, su candidato podría surgir entre Greg Sanchez y Maximo Garcia, aunque si logran ponerse de acuerdo las “fuerzas” de izquierda cosa que es difícil, eventualmente Greg podría encabezar una candidatura de coalición, en la que podrían participar el PT, PRD y, por supuesto, Convergencia, pero esto está por verse. El desdén de Greg con el “Peje” le dejó un saldo negativo que seguramente le será cobrado.
En Acción Nacional no hay más competencia. Las figuras que “suenan” son: la de Gustavo Ortega Joaquin y Patricia sanchez hoy subprocuradora quien ya dijo: “no se equivoquen, la candidata voy a ser yo”. De ella se puede decir que es la que mayor probabilidad política y administrativa tiene en su haber. Pasa por ser la subprocuradora de la zona norte. Tiene el inconveniente de estar restringida en su partido, son pocos los aliados de peso con los que cuenta.
El peso político en Acción Nacional y los liderazgos están muy diseminados.
En el PRI la cosa está más caldeada. Casi se da por hecho que el candidato que substituirá a Félix es el diputado federal Roberto Borge, claro está, si gana. Sin embargo, no todos se han resignado a este destino, en “apariencia”. Por ejemplo, el también legislador Carlos Joaquin ya se abrió y enseñó su juego. De él se dice que tiene el aval de su hermano Pedro Joaquin, el poderoso senador. Sin embargo también está en el juego Gabriel Mendicuti Loria quien podría ser el corcel negro.
No obstante, con el que parece que será el “fiel” de la balanza nunca se sabe, el estilo de Félix es atípico y en una de esas hasta podría tener que ver en la designación de los candidatos adversarios si hablo de los candidatos del pan, se prevé el impulso de Patricia Sanchez hoy subprocuradora como candidata del pan a la gubernatura.
Félix es un político nutrido de muchas escuelas y corrientes, desde la de Martinez Ross hasta Hendricks lo que lo hace ser, a veces, imprevisible y, otras, todo lo contrario. Como buen aficionado al béisbol, gusta de mandar señales y mensajes, y es muy dado a los rituales políticos y a los protocolos, a actuar “como lo mandan los cánones” y a poner, como se dice, los huevos de la gallina en varias canastillas.
Precisamente por eso, algunos observadores ya empiezan a hablar de que podrían irrumpir en la escena política 2 actores que originalmente no estaban contemplados en el guión de esta película: Sara Latifa y Eduardo Espinoza Abuaxqui.
Ante esta realidad, actuar con prudencia sería lo más recomendable en una telenovela para la que parece que fueron escritos varios finales.
Ojalá que la new generation haya aprendido también que los triunfos no sólo se deben a una “buena operación”, también están la plataforma política, las buenas ideas, las buenas propuestas y el compromiso social.
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