martes, 28 de septiembre de 2010

LA UNAM DEL 68


El 2 de Octubre de 1968 se llevó a cabo una de las matanzas más sangrientas en la historia de nuestro país ejecutada por el gobierno. El número de muertos no se sabe con precisión, fuentes oficiales refieren no más de 50 mientras que investigadores afirman que fueron más de 300.

Este es uno de los acontecimientos del cual la mayoría de los mexicanos están enterados, sin embargo, es el caso de impunidad por excelencia.

LOS HECHOS

La tarde del 2 de octubre de 1968, después de que desde un helicóptero que sobrevolaba la Plaza de las Tres Culturas arrojara una luz de bengala, empezaron los disparos en contra de los miles de estudiantes que colmaron el lugar.

El 2 de octubre de 1968 se realizaba en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, una gran manifestación estudiantil en demanda de mayor libertad de expresión, a unas cuantas semanas de que se celebraran en México las Olimpiadas.

Justo cuando se iniciaba el mitin, una bengala surcó el aire, lo que, dicen los testimonios, fue la señal para que el Ejército Mexicano empezara a disparar contra la multitud.

También dispararon sus armas los integrantes de la "famosa Brigada Blanca", vestidos éstos de civil, pero identificados por portar un guante blanco como distintivo.

De acuerdo a Paco Ignacio Taibo II, quien en 1993 encabezó una Comisión de la Verdad sobre estos sucesos, en esa "trágica" tarde fueron disparados 15 mil proyectiles y hubo 300 muertos, además de 700 heridos y cinco mil estudiantes detenidos.

Según el periodista e investigador, participaron ocho mil militares de varios cuerpos destacados en la acción, 300 medios armados entre tanques, medios blindados y jeeps con ametralladoras.

Todo esto para reprimir una manifestación pacífica.

En 1968, México era gobernado por Gustavo Díaz Ordaz, ya fallecido, mientras que Echeverría Alvarez fungía como secretario de Gobernación, quienes nunca pudieron explicar de forma clara y veraz esos acontecimientos.

Desde entonces y hasta el último presidente de filiación priista, Ernesto Zedillo, el gobierno permaneció en silencio ante estos hechos, que afectaron a los movimientos sociales de estudiantes y de trabajadores.

Dichos grupos, al ver cerrado el camino del diálogo, formaron ya en la década de los 70, diversos grupos guerrilleros.

El 2 de agosto la UNAM, el IPN, la Escuela Nacional de Maestros, la ENAH y Chapingo conforman el Consejo Nacional de Huelga, el cual después de varios movimientos en otras partes del país fructificaba en el CNH como una organización con carácter nacional estructurado al cual otras universidades se fueron incorporando con protestas en Yucatán Coahuila, Morelia, Guerrero, Nuevo León, Chihuahua, Veracruz, Puebla, Sinaloa e Hidalgo.

El 13 de septiembre se realizó otra marcha de protesta al ingreso del ejército al IPN y a la UNAM. El pliego petitorio que se elaboró el 4 de agosto por el Consejo Nacional de Huelga fue;

1) libertad a los presos políticos

2) destitución de los generales Luis Cueto Ramírez, Raúl Mendiola y del teniente coronel Armando Frías.

3) extinción del cuerpo de granaderos.

4) Derogación de los artículos 145 y 145 bis del código penal (delito de disolución social)

5) indemnización a las familias de los muertos y a los heridos víctimas de las agresiones en los actos represivos iniciados el viernes 26 de julio,

6) deslinde de las responsabilidades de los actos de represión y vandalismo realizados por las autoridades a través de los policías, los granaderos y el ejército.

¿Periodismo cuarto poder?


Los comunicadores se encuentran atrapados bajo la violencia y la impunidad del gobierno y la delincuencia. Ejercer el periodismo en México, resulta una tarea más que difícil. El clima que vive un sector de la prensa por defender la libertad de prensa en contra del crimen organizado y el encubrimiento de actos de corrupción, va del bloqueo comercial e informativo a las amenazas, las detenciones arbitrarias y los asesinatos esto según datos de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
Resulta importante destacar que el trabajo de un periodista cumple un rol fundamental en una sociedad libre y democrática. Informar es su trabajo. Esto quiere decir que cuando un periodista es censurado o siente que está limitado en poder informar o investigar sobre determinado tema, no sólo se está atentando contra su derecho a investigar, sino también contra el de la sociedad en su conjunto a recibir información.
Sin embargo, en México, los comunicadores se encuentran atrapados bajo la violencia, la impunidad, la intolerancia política y la brutalidad de dos grandes poderes representados por el Estado y las presiones que se ejercen contra la información crítica, y por la delincuencia organizada.
Tal es el miedo que se vive, que en algunos medios del país los periodistas hacen un recuento cada mes. A este recuento lo llaman el ejecutómetro, en la que hacen una relación de todos los muertos por el narcotráfico, ponen nombres y apellidos, fechas, formas en que fueron ultimados.
“Los poderes fácticos, están presionando para que los reporteros no puedan cubrir temas de piratería, tráfico de drogas y nada relacionado con las acciones que se están perpetrando hacia la sociedad, como pueden ser los secuestros que se dan en los centros de diversión, por parte de los integrantes del crimen organizado”.
El derecho a la información consiste en el ejercicio de recibir, investigar y difundir información, opinión e ideas de cualquier índole a través de cualquier medio de comunicación.
“este derecho es inherente al ser humano y está legalmente consagrado en el artículo 13 de la Convención Americana de Derechos Humanos que posee jerarquía constitucional”.
“el hecho de que este derecho tenga ese respaldo y reconocimiento dentro de la constitución implica advertir que se le ha otorgado una vital importancia y protección legal que realmente merece”.
Se puede observar que si estos derechos son vulnerados de la forma que fuera, se atenta contra los derechos individuales de todo ser humano. Ni hablar si a eso se le suma que los periodistas son las víctimas de asesinatos, lo que resulta totalmente repudiable y muestra a un Gobierno sumergido en una profunda crisis.
“Existe una ausencia enorme del Estado. Es evidente que las medidas y acciones que se han adoptado hasta ahora en el gobierno no han dado resultados aceptables, porque la reacción de los criminales ha sido más avasalladora que la respuesta oficial".
“el trabajo periodístico se ha hecho falto de calidad y de muchas maneras la delincuencia organizada ha ganado. Manda en las redacciones porque manda en la calle, en el gobierno y en las corporaciones de seguridad. No hay garantías para un ejercicio periodístico que vaya más allá de lo cotidiano.
“en un gobierno donde los derechos son constantemente vulnerados y se toma como una práctica adicional el hecho de asesinar a periodistas que pretendan informar con la verdad, debe intervenir la Comunidad Internacional para brindar la ayuda y fuerza necesaria para tratar de impedir que esa situación continúe teniendo lugar”.
Esta función está representa por la Corte Interamericana de Derechos Humanos que tiene dos objetivos: ser consultiva y judicial.
“en la primera los Estados partes de la Convención Americana de Derechos humanos pueden requerirle opiniones acerca de la compatibilidad o no de sus propias leyes en relación con el Pacto de San José de Costa Rica, tal el caso de la Opinión Consultiva Nº5/85 sobre colegiación periodística. En los casos de controversias, la Comisión Interamericana presenta ante la Corte la demanda a iniciar contra un Estado por las supuestas violaciones a los derechos humanos. La sentencia que emita la Corte es de carácter obligatorio, lo que está establecido en el artículo 64 del Pacto”.
En este sentido, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), presentó un informe anual sobre el tema, destacando que en México el periodismo se ha convertido en una profesión de alto riesgo.
de 1995 a 2009 han sido asesinados 37 periodistas en México por razones ligadas al ejercicio de su profesión, aunque hay otros casos de homicidios en ese periodo que no han sido incluidos en la estadística,
En la medida en que aún no existe una clara conexión de éstos con el ejercicio de la labor informativa. También se denuncia que hay reportes de comunicadores desaparecidos en el país.
“La CIDH exige al Estado mexicano prevenir la violencia contra esta profesión, realizar investigaciones exhaustivas sobre las violaciones a la libertad de expresión, crear mecanismos de protección y seguridad para los comunicadores, avanzar efectivamente en la sanción a los responsables de esos actos y adoptar medidas para garantizar su vida e integridad profesional, así como su derecho a la libertad de expresión”.

El periodismo era el “oficio más bello del mundo”, pero en México ejercerlo, como hemos visto, puede llegar a ser mortal. Lo positivo es que frente a este panorama, está claro que, hay muchas personas y organismos luchando por salvaguardar la libertad de prensa.