lunes, 4 de abril de 2011

Roberto Borge Vientos de cambio


Nada es permanente a excepción del cambio

En el día de hoy ha terminado el compás de espera, para la toma del nuevo gobernador del estado de Quintana Roo, con lo cual queda consumada una decisión que instaura una nueva dirección en esa importante posición, la cual debe ser ejercida en provecho de todos los quintanarroenses .

Desde esta tribuna, como siempre lo hemos hecho, fijamos nuestra posición sobre los retos y desafíos de la figura que sustituye a Félix González Canto, pues es propicio el panorama para que esa instancia no sea ejercida como si se tratara de un monopolio político.

El contador del tiempo se encuentra en cero y es recomendable ponerlo a correr para escribir una nueva historia, que lleve al representante del poder ejecutivo del estado a dar participación a la juventud y a los estratos variados, estando disponible para cada ciudadano, sin importar que sea miembro del oficialismo o no, buscando soluciones a las reivindicaciones de los gremios, asociaciones y todas las instancias que interactúan en esta demarcación.

Y es que el gobernador actual, debe ejercer su rol de jefe de todas las instituciones públicas, convirtiéndose en gerente cuando sea necesario y mediador si así se ameritase, dejando atrás el endiosamiento, mala cara e inaccesibilidad con que algunos se han comportado desde ese estamento de mando.

Decimos esto, por cuanto no es correcto que nadie ejerza presiones sobre este entrante funcionario y se impone darle un compás de espera, al menos los primeros seis meses, a fin de que pueda accionar sin cortapisas, transcurrido dicho período se impone que llene las expectativas, pero ahora es momento de aguardar sin apresuramientos.

Al sucesor de Félix González tenemos el privilegio de conocerle personalmente y conocemos sus datos generales, pues aunque se perdieron cinco de los nueve municipios, la lógica indica que habrá resistencia hacia sus políticas públicas de Roberto Borge, pero no por ello vamos a privarle del plazo prudente para ver qué trae bajo la manga, dicho lo cual lejos de felicitarle solo atinamos a decirle…MANOS A LA OBRA, asuma su puesto con planificación, sin pausas, pero sin prisas, pues la sociedad Quintanarroense necesita un cambio desde su despacho.

Entre los principales temas que requerirán la atención del nuevo mandatario está el combate al crimen organizado que, con su dilatada extensión, impide el progreso económico de los sectores más pobres y ahuyenta las inversiones, tal como lo destacó el hoy Gobernador durante toda su campaña. El problema es complejo y, hasta ahora, no parece haberse alcanzado una fórmula que permita resolverlo de un modo eficaz en el corto plazo. Alentador en este sentido puede resultar la llegada del General Villa, con lo que el Gobernador Roberto Borge mantendrá excelentes relaciones con el ejercito, y sobre todo para cooperar con el tema de la seguridad en todo el sureste de la republica. Por otra parte, el clima desfavorable a los negocios que existe actualmente en el país. El gobernador Roberto Borge tendrá ante sí la delicada misión de proporcionar mayor seguridad ciudadana, mantener y ampliar el crecimiento económico y dar satisfacción, además, a los innumerables grupos de presión que tratarán de influir en su gestión. No tiene ante sí a una oposición unida ni muy vigorosa pero, si no avanza en soluciones rápidas y efectivas, esta circunstancia podría variar en muy poco tiempo encontrándose entonces, como el actual gobierno federal, en una posición de debilidad política que en nada podría favorecerlo. Habrá que esperar a las primeras semanas de su gobierno, sin embargo, para determinar con exactitud cuáles son las prioridades reales del nuevo gobierno, cuáles las medidas que pondrá en ejecución y cómo evolucionará el clima político del estado en los próximos años habrá que darle ese compas de espera.

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