Cruzada fiscal en Cancun

Esta carta enviada a un servidor dice así: Ya no aguantamos el terrorismo fiscal de la autoridad municipal a cargo de Marco César Navarro López que andamos sintiendo en el municipio de Benito Juárez , yo no sé si será en todo el país, pero aquí andan Bin Ladens clausurando negocios por pura estupidez, a un amigo mío le cerraron su taller porque en las notas tenía el nombre de la calle pero no el número, a un restaurante le faltaba en un documento decir el nombre del fraccionamiento, y estos honorables terroristas en lugar de ir a decirte y darte un plazo para cambiarlo, van y clausuran los locales, un hotel también lo iban a clausurar pero ahí se enfrentaron con el sindicato. El terrorismo fiscal de baja intensidad está haciendo estragos en la pequeña y mediana empresa en el municipio de Cancún, todo ello debido a la desesperación por hacerse de recursos. Marco César Navarro López ya es identificado también con el grupo de los Chicago boys y es que se le identifica así porque la única leche que consumen es la de magnesia. Auditorías A nadie puede sorprender ahora que la autoridad municipal se jacte de ser un “terrorista fiscal”. Si su terrorismo estuviera orientado exclusivamente a auditar a los grandes saqueadores del ayuntamiento de Benito Juárez empezando por sus protegidos, por qué no inicia una auditoría para evaluar en qué se gasté el presupuesto del año, por qué no investiga cuánto recaudan de mordidas el departamento de Inspección y Fiscalización, por qué no detiene la corrupción de Desarrollo Urbano, por qué no cesa el apoyo económico tras bambalinas hacia su futurismo político, la mano selectiva del encargado del Palacio Municipal sería bienvenida sin restricciones. Empero, la política del alcalde no parece ser mayormente discriminatoria y con la misma bonhomía aterroriza a los ciudadanos de Benito Juárez haciéndolos pagar los platos rotos de sus errores. Sería interesante saber, por ejemplo, si para balancear su cruzada fiscal se propone también de alguna manera evitar la corrupción de la administración del Ayuntamiento, el enriquecimiento ilícito de funcionarios, el saqueo del erario público. La época de la inquisición No se puede poner de rodillas a los habitantes de Cancún, permitiendo que este nuevo gran inquisidor atropelle a los ciudadanos productivos. El terrorismo fiscal que muchos sufren afirman que existe, pero la autoridad niega, no sólo su existencia, sino incluso, haber escuchado la pregunta. En el análisis de la administración municipal, se afirma que más que el aumento de impuestos -sí, aumento de impuestos, porque luego como la Chimoltrufia, lo que el alcalde quiso decir que no hay aumento de impuestos y basta señalar el precio de una autorización de uso de suelo de 250 a 5000 pesos-, se deduce que el problema de la administración de recursos del Ayuntamiento de Benito Juárez se resolvería con el mejoramiento de su administración. Actualmente el saqueo del erario público asciende al 40%, lo que representa una pérdida de varios millones de pesos. Se asegura ante esto que la falta de liquidez del Ayuntamiento no se debe centrar en el aumento de impuestos, ni en el terrorismo fiscal sino en el ataque a la corrupción, saqueo y mala aplicación de los recursos del Ayuntamiento. Cancún tiene los mejores impuestos, según organismos como la OCDE, “pero la aplicación es pésima”, parafraseando al Peje en Cancún, hay de todo y se lo roban todo. Habrá que enseñarle que la administración pública no es un botín, donde cada quien va a obtener una parte de algo que no le corresponde. Es decir, un gobierno, en cualquier nivel -municipal, estatal, federal-, no es un botín de un grupo político, de un partido político o de una persona, es mucho más que eso.