Antes de entrar en materia le mando un saludo a mi amigo Carlos Cardín, te lo dije, es tiempo de los rojos, Toluca mi Charly.
La campaña en internet que se está desarrollando en estas elecciones marcará un antes y un después en la forma de hacer política a nivel estatal.
Quedan pocas semanas en la carrera electoral, la campaña entrará en su fase caliente. Una de las incógnitas será ver el impacto del condimento online o política de redes, donde la web se convierte en el nuevo frente para hacerse con la preferencia del voto, especialmente el voto joven.
Si bien, a nivel local muchos partidos y políticos dieron sus primeros pasos ya hace algunos años con el desarrollo de sus páginas web en formato 1.0 otros se volcaron directamente a explotar los canales multimedia y las redes sociales. Al fin y al cabo internet brinda la posibilidad de alcanzar una mayor exposición a un menor costo publicitario. Queda el interrogante en ciernes, ¿el uso de la tecnología será el diferenciador para que los ciudadanos los elijan el 4 de julio del 2010? Lo seguro es que esta campaña en internet tendrá sus primeras pruebas de fuego.
Aunque muchos de los candidatos ya se encuentran sumergidos en el mundo de la red, hay tantos otros que todavía no lo conciben como un elemento fundamental o que no cuentan con los recursos económicos y/o técnicos para su desarrollo. Según el Barómetro de la Política sobre la presencia cuantitativa de los políticos en la web, en base a los candidatos, el 62% no tiene presencia en internet y el 38% sí tienen una identidad digital construida a través de un portal o blog. Incluso, el 54% ni siquiera tiene registrado su dominio propio. Mientras, los que sí lo tienen, el 75% sólo lo poseen a nivel estatal.
“Solamente un 30% de los precandidatos tienen su perfil en Facebook. Sin embargo, de los políticos que no tienen presencia online, hay un 16% que al menos hace uso de esta red social a través de un perfil abierto. El 14% tiene canal propio de Youtube para colgar sus videos y el 65% aún no aparece en Wikipedia”.
Por política de vanguardia se entiende a potenciar al máximo las capacidades bidireccionales que ofrecen las Tecnologías de la Comunicación (TICs) y que es el elector el que le agrega valor a la campaña. Internet es la base de esas nuevas herramientas políticas, pero todavía el potencial de comunicación está mucho más masificado a través de los SMS, ya que los celulares tienen altísimas tasas de penetración en todo el estado.
Por ello, se plantea cada vez más los propios canales de posicionamiento. La oportunidad de tener un canal propio de TV, a través de Youtube, permite disminuir una pérdida de tiempo y un posicionamiento en buscadores de hasta un 95% de entradas por los usuarios y posibilita la identidad digital”.
La campaña traza una evolución entre los candidatos, ya que estamos acostumbrados a decir, donde una página acompaña, por ejemplo, en la difusión de información. Implica escuchar y responder. Genera un cambio de poder y de hacer política. Allí, las redes sociales ayudan a la proliferación de una masa crítica y permite una inmensa cantidad de herramientas de interrelación con ella. Es ahí que se planteará el enriquecimiento desde la tecnología”.
REDES SOCIALES
Desde Sónico, Facebook, Hi5, las redes sociales trabajan en mejoras para el perfil público en general, a partir de las distintas campañas políticas que se realizarán. La red social explica que “hoy por hoy, en las redes sociales, ya hay conversaciones sobre política y grupos formados. Lo bueno es que ahora el político se está sumando al diálogo, manifiesta su opinión y da su visión, y esto le aporta transparencia al proceso. Están trabajando para que los perfiles sean abiertos, que toda la comunidad de Internet lo pueda ver más allá si un navegante es usuario o no de Sonico, Facebook, Hi5. Además, se puedan agregar widgets de su blog, de su canal en You Tube y hacer encuestas online, entre otras aplicaciones”.
Más allá de los elementos técnicos, los primeros políticos que entiendan, incorporen y capitalicen este fenómeno, presentarán una gran ventaja a la hora de construir credibilidad en la opinión pública. A partir de una identidad digital, el político puede proyectar una imagen y una reputación real que se suma a todas las acciones, posturas y decisiones para que la gente tenga una percepción completa de ese político”.
Los nuevos medios permiten al candidato realizar una tarea de inspiración. Internet elimina el limitante de un discurso político, ya que cada candidato puede hablar a todos los nichos sin preocuparse por los tiempos y la edición que rige en los medios tradicionales. El impacto a invitar o compartir espacios virtuales entre familiares y amigos, le permite al candidato una fuerza desde abajo de los contenidos de su plataforma y replicarla en más personas.
En Estados Unidos el 46% de los votantes utilizaron internet, mail, SMS, entre otros, sobre contenido. Para las elecciones presidenciales, la campaña de Obama envió cerca de 13 millones de correos electrónicos y hubo 7 millones de seguidores a través de las redes sociales (Facebook, My Space y desde la página de Obama). Lo que le permitió al candidato recibir US$ 500 millones por medio de donativos en línea. De ellos, tres millones de donantes depositaron menos de US$ 100. “Si bien la penetración de internet en Estados Unidos es casi total, en América Latina, no es tan fuerte, pero crece. Internet cuenta con herramientas simples y poderosas, que permitirán tumbar barreras de indiferencia”.
La capacidad subversiva y articulativa de estas nuevas redes digitales es algo que a los políticos tradicionales cuesta entender, se puede cerrar un canal de televisión con una decisión unilateral pero es difícil controlar que una sociedad se organice a través de redes horizontales construidas a través de broadcasting, SMS, e-mails, que en algunas sociedades han hecho que una nueva clase política de 16 a 29 años (nativa de la tecnología) despierte. Sin embargo, por más sofisticadas que sean esas herramientas tecnológicas, siempre deberán estar al servicio de lo estratégicamente concebido por la organización política y ser coherentes con los mensajes y las audiencias que se hayan definido para la campaña”.
Si bien los distintos candidatos locales se encuentran en un proceso de aprendizaje en el uso de las herramientas tecnológicas, para luego de las elecciones, más de un candidato está analizando cerrar sus perfiles en redes sociales. ¿La razón? Les está costando sostener el volumen de interacción y resulta ser un espacio ingobernable para ellos. Será cuestión de esperar si logran evolucionar y adaptarse a una nueva forma de hacer política ante este nuevo escenario de comunicación.
La campaña en internet que se está desarrollando en estas elecciones marcará un antes y un después en la forma de hacer política a nivel estatal.
Quedan pocas semanas en la carrera electoral, la campaña entrará en su fase caliente. Una de las incógnitas será ver el impacto del condimento online o política de redes, donde la web se convierte en el nuevo frente para hacerse con la preferencia del voto, especialmente el voto joven.
Si bien, a nivel local muchos partidos y políticos dieron sus primeros pasos ya hace algunos años con el desarrollo de sus páginas web en formato 1.0 otros se volcaron directamente a explotar los canales multimedia y las redes sociales. Al fin y al cabo internet brinda la posibilidad de alcanzar una mayor exposición a un menor costo publicitario. Queda el interrogante en ciernes, ¿el uso de la tecnología será el diferenciador para que los ciudadanos los elijan el 4 de julio del 2010? Lo seguro es que esta campaña en internet tendrá sus primeras pruebas de fuego.
Aunque muchos de los candidatos ya se encuentran sumergidos en el mundo de la red, hay tantos otros que todavía no lo conciben como un elemento fundamental o que no cuentan con los recursos económicos y/o técnicos para su desarrollo. Según el Barómetro de la Política sobre la presencia cuantitativa de los políticos en la web, en base a los candidatos, el 62% no tiene presencia en internet y el 38% sí tienen una identidad digital construida a través de un portal o blog. Incluso, el 54% ni siquiera tiene registrado su dominio propio. Mientras, los que sí lo tienen, el 75% sólo lo poseen a nivel estatal.
“Solamente un 30% de los precandidatos tienen su perfil en Facebook. Sin embargo, de los políticos que no tienen presencia online, hay un 16% que al menos hace uso de esta red social a través de un perfil abierto. El 14% tiene canal propio de Youtube para colgar sus videos y el 65% aún no aparece en Wikipedia”.
Por política de vanguardia se entiende a potenciar al máximo las capacidades bidireccionales que ofrecen las Tecnologías de la Comunicación (TICs) y que es el elector el que le agrega valor a la campaña. Internet es la base de esas nuevas herramientas políticas, pero todavía el potencial de comunicación está mucho más masificado a través de los SMS, ya que los celulares tienen altísimas tasas de penetración en todo el estado.
Por ello, se plantea cada vez más los propios canales de posicionamiento. La oportunidad de tener un canal propio de TV, a través de Youtube, permite disminuir una pérdida de tiempo y un posicionamiento en buscadores de hasta un 95% de entradas por los usuarios y posibilita la identidad digital”.
La campaña traza una evolución entre los candidatos, ya que estamos acostumbrados a decir, donde una página acompaña, por ejemplo, en la difusión de información. Implica escuchar y responder. Genera un cambio de poder y de hacer política. Allí, las redes sociales ayudan a la proliferación de una masa crítica y permite una inmensa cantidad de herramientas de interrelación con ella. Es ahí que se planteará el enriquecimiento desde la tecnología”.
REDES SOCIALES
Desde Sónico, Facebook, Hi5, las redes sociales trabajan en mejoras para el perfil público en general, a partir de las distintas campañas políticas que se realizarán. La red social explica que “hoy por hoy, en las redes sociales, ya hay conversaciones sobre política y grupos formados. Lo bueno es que ahora el político se está sumando al diálogo, manifiesta su opinión y da su visión, y esto le aporta transparencia al proceso. Están trabajando para que los perfiles sean abiertos, que toda la comunidad de Internet lo pueda ver más allá si un navegante es usuario o no de Sonico, Facebook, Hi5. Además, se puedan agregar widgets de su blog, de su canal en You Tube y hacer encuestas online, entre otras aplicaciones”.
Más allá de los elementos técnicos, los primeros políticos que entiendan, incorporen y capitalicen este fenómeno, presentarán una gran ventaja a la hora de construir credibilidad en la opinión pública. A partir de una identidad digital, el político puede proyectar una imagen y una reputación real que se suma a todas las acciones, posturas y decisiones para que la gente tenga una percepción completa de ese político”.
Los nuevos medios permiten al candidato realizar una tarea de inspiración. Internet elimina el limitante de un discurso político, ya que cada candidato puede hablar a todos los nichos sin preocuparse por los tiempos y la edición que rige en los medios tradicionales. El impacto a invitar o compartir espacios virtuales entre familiares y amigos, le permite al candidato una fuerza desde abajo de los contenidos de su plataforma y replicarla en más personas.
En Estados Unidos el 46% de los votantes utilizaron internet, mail, SMS, entre otros, sobre contenido. Para las elecciones presidenciales, la campaña de Obama envió cerca de 13 millones de correos electrónicos y hubo 7 millones de seguidores a través de las redes sociales (Facebook, My Space y desde la página de Obama). Lo que le permitió al candidato recibir US$ 500 millones por medio de donativos en línea. De ellos, tres millones de donantes depositaron menos de US$ 100. “Si bien la penetración de internet en Estados Unidos es casi total, en América Latina, no es tan fuerte, pero crece. Internet cuenta con herramientas simples y poderosas, que permitirán tumbar barreras de indiferencia”.
La capacidad subversiva y articulativa de estas nuevas redes digitales es algo que a los políticos tradicionales cuesta entender, se puede cerrar un canal de televisión con una decisión unilateral pero es difícil controlar que una sociedad se organice a través de redes horizontales construidas a través de broadcasting, SMS, e-mails, que en algunas sociedades han hecho que una nueva clase política de 16 a 29 años (nativa de la tecnología) despierte. Sin embargo, por más sofisticadas que sean esas herramientas tecnológicas, siempre deberán estar al servicio de lo estratégicamente concebido por la organización política y ser coherentes con los mensajes y las audiencias que se hayan definido para la campaña”.
Si bien los distintos candidatos locales se encuentran en un proceso de aprendizaje en el uso de las herramientas tecnológicas, para luego de las elecciones, más de un candidato está analizando cerrar sus perfiles en redes sociales. ¿La razón? Les está costando sostener el volumen de interacción y resulta ser un espacio ingobernable para ellos. Será cuestión de esperar si logran evolucionar y adaptarse a una nueva forma de hacer política ante este nuevo escenario de comunicación.