Aun cuando en los regímenes democráticos se asocia a la ciudadanía un deber cívico o moral de votar, que en algunos ordenamientos se convierte en deber jurídico, el abstencionismo electoral aparece con el sufragio mismo. Consiste simplemente en la no participación en el acto de votar de quienes tienen derecho a ello. El abstencionismo electoral, que se enmarca en el fenómeno más amplio de la apatía participativa, es un indicador de la participación: muestra el porcentaje de los no votantes sobre el total de los que tienen derecho de voto. Por ejemplo en el estado de quintana roo el numero de posibles votantes es de mas de 750,000 de los cuales solo votara un porcentaje poco aceptable, el partido que gane lo hará con menos del 15 por ciento y en este caso estamos hablando de un abstencionismo de mas del 60% del universo de votantes.
En primer término cabe señalar la existencia de una abstención técnica o estructural motivada por razones no imputables al ciudadano con derecho a voto: enfermedad, ausencia, defectos de la inscripción censal, clima de las campañas negras, alejamiento de las urnas electorales, publicación inadecuada de la ubicación de las casillas etc.
Junto a ella cabe mencionar la abstención política o racional, actitud consciente de silencio o pasividad individual en el acto electoral que es la expresión de una determinada voluntad política de rechazo del sistema político o de la convocatoria electoral en concreto
(abstencionismo de rechazo) o bien de no identificación con Ninguno de los líderes o los programas políticos en competencia electoral, convirtiéndose la abstención que podríamos denominar activa en un acto de desobediencia cívica o en la concreción de su insatisfacción política. Cuando traspasa los límites de la decisión individual para convertirse en un movimiento que promueve la inhibición participativa o abstención activa, con el objeto de hacer
Pública la oposición al régimen político o al sistema de partidos, toma la forma de abstencionismo de lucha o beligerante.
Existe asimismo el abstencionismo apático motivado por la “pereza, la ley del mínimo esfuerzo unida a la falsa convicción de la escasa importancia del voto individual y a la ignorancia de las fuertes consecuencias de la abstención” y junto a éste el que podríamos denominar abstencionismo cívico, en el que el ciudadano participa en el acto electoral pero sin pronunciarse a favor de ninguna de las opciones políticas en pugna, para lo que emite el voto en blanco.
Se ha elaborado un gráfico en el que relaciona nivel de interés político y nivel de participación política en los siguientes términos:
b) bajo interés-alta participación: abstencionismo prohibido, sancionándose a los que inmotivadamente no cumplen el deber de votar;
c) alto interés-baja participación: abstencionismo de rechazo o choque;
d) alto interés-alta participación: que sería el reflejo electoral del modelo ideal.
Es de analizar que Los votos de las mujeres, son los que harán la diferencia en esta elección.
La ciudadanía con su voto tiene mucho que decir y hacer para que nuestra comunidad sea un espacio de convivencia compartida en valores de igualdad, seguridad, libertad y derechos sociales universales. Las elecciones por venir nos darán este escenario. Sólo la lucha social puede cambiar esto.
Nunca más, en nuestro nombre: esta forma de aberrante de gobernar primero nos gobernaron la incertidumbre de la ocurrencia, luego la delincuencia local, después la corrupción galopante de la autoridad municipal y finalmente el narco trafico se apodero de nuestra ciudad, sí a la paz desde la independencia, la soberanía y el Bienestar Social, que nos han de garantizar la igualdad y la libertad para decidir nuestro futuro en este maltrecho ayuntamiento llamado Cancún.